21 febrero 2007

Santa Clos es comunista

Aunque la amargura característica de la adolescencia nos da por odiar a todas las mentiras que nos dijeron de niños, y por lo tanto nos es difícil aceptar a esos personajes que nos rompieron una estúpida ilusión que nuestros padres de manera idiota creyeron que nos daría gusto.
Santa Clos o Papá Noé es uno de esos personajes ficticios que pretendemos odiar, pero la mayoría de la gente estúpidamente les inculca la misma patraña a sus hijos. Sin embargo, este escrito pone en duda la ficticidad de Santa Claus y pretende demostrar que la tergiversación y mitología de su existencia se deben más que nada a intereses burgueses.
La leyenda antigua
Antes de la imagen impuesta de Sinter Klaas por los Estados Unidos de América, el Santa Clos del folclore europeo era un personaje con atuendo de obispo que cabalgaba en un caballo blanco y su misión no se limitaba a dar regalos, sino también a salvar marinos de catástrofes. Además, iba acompañado de un personaje llamado Black Meter que se encargaba de dar latigazos a los niños malcriados. La imagen de San Nicolás empieza a cambiar a mediados del siglo XIX, curiosamente cuando las ideas de Kart Marx empezaban a surgir.
La necesidad burguesa de una nueva imagen del consumo
La burguesía internacional se preocupó profundamente ante las alarmantes bajas ventas que se registraban en Navidad, ya que únicamente los padres de niños malcriados tenían la necesidad de comprar regalos para esas fechas, y entonces los padres se encargaban de cuidar a sus hijos para no tener que sufrir gastos innecesarios en las festividades decembrinas. Aunque ya no tenían que defender a sus niños de Black Peter, el cual fue proscrito posterior a la Revolución Francesa por considerar inmoral su práctica. Por esa razón, iniciaron una serie de mitos sobre Santa Claus para finalizar con un duro golpe para la Navidad, secuestrándolo y enviándolo a una prisión en la Antártica, cuidada por el ejército de las potencias mundiales, también conocido como Fuerzas del Mal.
Mitos creados sobre Sinter Klaas
Los mitos sobre Sinter Klaas empezaron a aparecer durante mediados del Siglo XIX. Estos tergiversan al verdadero Santa Claus y perpetúan la legitimidad del impostor. Alguno de los mitos son los siguientes.
1. Vive en el Polo Norte: Mentira de lo más difundida. Antes de ser secuestrado, Santa Clos jamás visitó el ártico, por considerarlo inhabitable, además de que ahí no había niños, es más no había gente. Sinter Klaas desde la Edad Media, aproximadamente, anduvo deambulando por Europa creando una leyenda sobre él. Originario del Asia Menor, estuvo viviendo por Italia, Alemania, hasta ser secuestrado en la Antártica. La verdad es que se ha difundido su domicilio en el Polo Norte porque así la gente, en caso de atreverse a salvar a Santa Clos, gastarán energía en vano.
2. Tiene ocho renos y anda en trineos. Quién me enseñe que los renos son domesticables, y que no viva en Siberia, lo gratificaré. Además de ser un acto de gran crueldad contra los animales, con los cuales está en contra San Nicolás, sabemos todos que los renos son los animales menos mágicos del planeta, y que el trineo es un medio de transporte costoso.
3. Lleva regalos a todo el mundo. Gran mentira, sólo lleva regalos a quienes tienen conciencia de clase, principalmente a la vanguardia de las clases. Por lo tanto, en un principio regaló a niños de mercaderes, posteriormente a los hijos de la burguesía que derrocaría a los nobles, y finalmente a los hijos de obrero. En China jamás pudo llegar, pues fue encarcelado antes de mandar regalos a los países comunistas.
Entonces, ¿Quién es Santa Clos?
Papá Noé es en realidad, Papa Karl. Esto podemos comprobarlo contrastando una foto de Santa Claus con San Marx. La barba larga y las canas son características de ambos personajes, además de ser rollizos. En sí, la burguesía no pudo cambiar de todo la imagen de Sinter Klaas, y tuvo que aceptar tanto sus luengas barbas y su traje rojo, símbolo de su comunismo.
De 1860 a 1880, un periodista estadounidense empezó a distribuir falsas ideas del mítico héroe, hasta que en 1883 secuestraron a Karl Marx y mediante una ingeniosa obra dramática actuaron su muerte. Desde entonces, los hijos de obrero se vieron obligados a trabajar horas extras mal pagadas para pagar un estúpido regalo, en vez de decirles la verdad a los niños y mostrarles que Sinter Klaas fue secuestrado. El problema viene que muy poca gente sabe sobre el secuestro al personaje y le atribuye su inexistencia a su finita vida. Ahora que ustedes saben ¿qué harán?

3 comentarios:

YO dijo...

mmm, tienes muy buenos argumentos, aunque tendría que indagar más en el tema... Oye y quita esa fotooo!! :p

P. Carpella dijo...

El rojo no hace al comunista, asi como tampoco la barba, el bigote, la rollidosidad, etc

Anónimo dijo...

Sabemos que la barba no hace al comunista, pero también que Santa Clos está secuestrado en la antártida. Por cierto ¿sabían que las potencias acordaron no colonizar la antártida, sino todo el mundo se les va encima? Todas las potencias (y Argentina) les pertenece la Antártida.